Los ácaros varroa reducen la capacidad de las abejas para termoregular

Impacto de la infestación de ácaros varroa en la termorregulación de las colonias de abejas. Nuevos hallazgos indican que los ácaros de la varroa reducen la capacidad de las abejas para termoregular eficazmente su temperatura corporal, haciéndolas más vulnerables a las bajas temperaturas.

 

Las colonias de abejas melíferas deben encontrar estrategias para sobrevivir a diversos factores de estrés que pueden afectar a su estado de salud y estabilidad. Aunque en el pasado se han investigado varios factores que pueden amenazar el bienestar de las colonias, rara vez se han tenido en cuenta las posibles interacciones o sinergias entre los distintos factores, ya que estos estudios son muy complejos. Investigadores de la Universidad de Udine, en Italia, examinaron más de cerca la relación entre el factor de estrés abiótico “exposición al frío” y el factor de estrés biótico “infestación por varroa“, ambos identificados como dos causas principales de las pérdidas de colonias en invierno, especialmente en el hemisferio norte. Los autores del estudio se centraron tanto en el nivel de la colonia como en el de la abeja obrera individual.

Para ello, utilizaron una combinación de ensayos de campo y de laboratorio, trabajando con abejas melíferas de dos colmenares diferentes del noreste de Italia. Uno de ellos fue tratado regularmente contra la infestación de varroa para controlar y reducir al máximo la tasa de infestación. El otro colmenar se dejó sin tratar desde los meses de verano hasta el invierno, con la excepción de un único tratamiento en octubre para evitar el colapso de las colonias en este colmenar. Entre agosto y diciembre de 2018 se registraron datos como la población de abejas, el nivel de infestación por varroa, la mortalidad de las abejas y el número de abejas con alas deformadas. Las temperaturas en el nido de cría de cada colonia se tomaron con sondas de temperatura entre agosto y noviembre de ese año. Además, también se registraron las temperaturas ambientales en los colmenares1.

Adicionalmente, los investigadores criaron larvas de abejas obreras a diferentes temperaturas en el laboratorio (34,5°C frente a 32°C) o las expusieron artificialmente a los ácaros varroa durante el desarrollo para investigar los efectos de ambos factores en la supervivencia. También comprobaron el efecto de la exposición al parásito desde el estadio larvario sobre la capacidad de las abejas adultas para termorregular su temperatura corporal, colocando posteriormente a las abejas adultas en una caja de poliestireno a 25°C y utilizando una cámara termográfica de infrarrojos para evaluar la temperatura corporal media de las abejas. Se excluyeron de este experimento las abejas obreras con alas deformadas y se comparó la temperatura corporal, centrándose en la región del tórax, la parte más caliente del cuerpo1.

Los resultados del ensayo de campo de este estudio muestran que la infestación de ácaros en las colonias no tratadas -como era de esperar- era significativamente mayor en noviembre en comparación con las colonias tratadas. Esto también condujo a una carga viral significativamente mayor en las abejas parasitadas y a una menor supervivencia. La temperatura media en el nido de cría fue significativamente menor en las colonias no tratadas. En noviembre, la diferencia de temperatura media en el interior del nido de cría entre las colonias tratadas y las no tratadas ascendía a 4 grados.1

Los resultados de laboratorio arrojan más luz sobre los efectos de la infestación larvaria de ácaros y/o de la temperatura de cría sobre la esperanza de vida y la termorregulación de cada abeja. Tanto la infección larvaria por varroa como las temperaturas de cría más bajas provocaron una reducción de la supervivencia de las abejas afectadas, siendo más fuerte el efecto de la infestación por ácaros larvarios. Las abejas infestadas de ácaros expuestas a una temperatura de cría más baja (32°C) mostraron una menor supervivencia en comparación con todos los demás grupos: abejas de control y abejas expuestas tanto a la infestación de ácaros como a la baja temperatura.1

Como resultado totalmente novedoso, los autores informan de que las abejas infestadas de varroa en el estadio de pupas eran menos capaces de termoregularse eficazmente en respuesta a la exposición a temperaturas inferiores a las óptimas. El peso de los músculos del tórax no era diferente entre los dos grupos, lo que lleva a los investigadores a creer que las abejas infestadas pueden no tener suficiente acceso a los nutrientes necesarios para la termorregulación. Confirmando esta hipótesis, descubrieron que la ingesta de azúcar de las abejas parasitadas se reducía significativamente en comparación con las abejas no infectadas, llamando a este fenómeno “anorexia inducida por la varroa“.

Un análisis genético posterior demostró que la expresión del receptor de insulina sustrato 1 (IRS-1) está regulada al alza en las abejas infestadas, lo que confirma que la infestación por varroa afecta directamente al metabolismo de las abejas.1

1. Frizzera, Davide, et al. “Varroa Destructor Exacerbates the Negative Effect of Cold Contributing to Honey Bee Mortality.” Available at SSRN 4208675.