Colmena bajo asedio: La creciente amenaza de los avispones a las colonias de abejas

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Los avispones son parientes lejanos de las abejas, habiendo evolucionado a partir de un ancestro común. Experimentan un ciclo de vida muy similar, progresando a través de las etapas de huevo, larva y pupa antes de convertirse en insectos adultos. Algunas especies, como los Ichneumonidae, desempeñan roles beneficiosos al poner sus huevos en las orugas de otros insectos, ayudando así a controlar sus poblaciones. Esto ha llevado a su cría para el control biológico de plagas. Otros depositan sus huevos en la vegetación, causando la formación de agallas. Pero desafortunadamente, otros representan una gran amenaza para las abejas melíferas y otros polinizadores, haciendo la vida de los apicultores un infierno.

1. Introducción a los avispones y su ciclo de vida

Los avispones varían en su comportamiento desde solitario hasta social. Tienen una dieta diversa que incluye tanto preferencias vegetarianas (néctar y polen) como carnívoras, siendo estas últimas a veces causantes de interferencia con las poblaciones de abejas. Típicamente, prefieren ambientes secos y cálidos con cierta cobertura vegetal. Su ciclo de vida contempla un crecimiento poblacional en primavera y verano, preparación para la hibernación en otoño y, con la llegada del clima frío, las hembras reproductoras buscan refugio para la hibernación, lo que lleva a la desaparición de sus nidos y obreras.

2. Impacto de los avispones nativos en las abejas.

Los avispones nativos en nuestra región [Europa Occidental] generalmente no tienen un efecto perjudicial en las abejas. Excepto, quizás, Vespa crabro, que generalmente es poco común, pero, en algunas áreas, puede robar algo de miel en otoño mientras se preparan para la hibernación. Se puede identificar por su gran tamaño, aproximadamente 3 cm, la disposición de bandas amarillas y oscuras en su abdomen, y su tórax y cabeza de color rojizo. Sus nidos suelen tener entradas en la parte inferior.

Vespa crabro
Vespa Crabro. Foto de Fernando de Miguel.

3. La introducción de especies invasoras de avispones

En los últimos años, Vespa velutina, una especie particularmente peligrosa para las abejas, fue introducida en Europa Occidental (y recientemente avistada en los Estados Unidos). Originaria de Asia, fue observada por primera vez en 2004 en Burdeos (Francia) y desde entonces ha invadido gradualmente todo el país, alcanzando España a través de la costa vasca en 2010. Se alimenta de abejas para subsistir.

Además, nuevas especies como Vespa bicolor y Vespa orientalis han sido avistadas en Andalucía, España (Cádiz, Málaga y Jaén) entre 2017 y 2018. Además, Vespa mandarinia, también conocida como avispón gigante asiática, fue observada en la frontera entre Estados Unidos y Canadá en 2019.

In the attached images, you can see the distribution of Vespa velutina nigrithorax (a), V. crabro (b), and V. orientalis (c) in Europe and North Africa. The temporal range of the data is 1990-2021 according to Lioy S. 2023  

Distribución de los avispones asiáticos

4. Vespa velutina: Una amenaza significativa.

Sin lugar a dudas, Vespa velutina presenta el peligro más significativo para las colmenas de abejas y los seres humanos. Las reinas emergen de la hibernación para construir sus nidos a partir de celulosa derivada de hojas de árboles caducifolios, donde ponen sus primeros huevos. Luego cazan para alimentar a sus larvas. Una vez que eclosionan las primeras obreras, asumen las tareas de expansión del nido y caza, permitiendo que la reina se concentre en la puesta de huevos.

Grandes, de unos 3 cm de tamaño, con reinas ligeramente más grandes que las obreras cuando están completamente desarrolladas, Vespa velutina es identificable por la disposición de rayas amarillas en su abdomen, un tórax negro y la mitad exterior de sus patas de color amarillo. Sus nidos suelen tener entradas hacia el centro. Para el otoño, el nido puede alcanzar hasta 1 metro de altura y albergar alrededor de 3,000 avispones, incluyendo nuevas reinas y machos. El inicio del invierno ve a las reinas fecundadas buscando refugio para soportar el frío, mientras que las obreras perecen y el nido se desintegra.

Vespa Velutina
Vespa velutina. Foto de Fernando de Miguel.

La propagación de Vespa velutina ha sido significativa, especialmente en áreas costeras con climas atlánticos, que se asemejan estrechamente a su hábitat nativo. Este ambiente, caracterizado por una alta humedad, rocío y temperaturas moderadas, favorece el crecimiento de árboles caducifolios, proporcionando a los avispones la celulosa necesaria para construir sus nidos. La presencia de Vespa velutina ha resultado en daños considerable en colmenas de abejas, especialmente en regiones con numerosas pequeñas explotaciones apícolas. Un nido establecido cerca puede llevar a la depredación diaria de abejas, con pérdidas potenciales que oscilan entre el 30% y el 50% de las colmenas durante un año.

Mapa de la difusión de Vespa Velutina
Mapa de la difusión de Vespa Velutina

En las zonas de clima mediterráneo, las explotaciones apícolas suelen ser más grandes, y los apicultores las trasladan con frecuencia, privando a los nidos de avispones de sus áreas de caza. Además, la vegetación de árboles como los robles es más resistente, y los inviernos son más duros (especialmente en regiones mediterráneas continentales), lo que limita la propagación de Vespa velutina.

 El efecto de Vespa velutina en las abejas se extiende más allá de la simple depredación. La simple presencia de avispones revoloteando frente a las colmenas activa los instintos de supervivencia de las abejas, disuadiéndolas de salir de la colmena. Es común observar las entradas de las colmenas selladas con propóleos para estrechar la abertura, con abejas apenas saliendo, evitando así abandonar la colmena. La presencia de 10 individuos de Vespa velutina en la entrada de la colmena puede reducir la actividad de las abejas en casi un 100% (Diéguez-Antón, 2023, Comunicación XI Congreso de Apicultura, Málaga).

Tales circunstancias inducen estrés en las abejas, una condición que se ha demostrado que afecta negativamente su salud (Leza 2019). Hay un aumento en la expresión y actividad de enzimas antioxidantes y un daño oxidativo lipídico más significativo en los miembros de la colonia expuestos a este depredador. Las consecuencias de este estrés en la colonia son inmediatamente aparentes: la reina deja de poner huevos y las reservas de la colmena se agotan. Las abejas forrajeras se abstienen de aventurarse, y aquellas que lo hacen a menudo no logran regresar.

Abejas acobardadas por velutinas rondando. Foto Àlex Sirera.

Estrategias para combatir Vespa velutina

Para combatir esto, el método más prevalente empleado actualmente implica colocar trampas cebo en lugares donde se han identificado nidos, así como en las proximidades del apiario, al comienzo de la primavera. Las Velutinas capturadas durante este período suelen ser reinas, disminuyendo así el potencial de establecimiento de nidos en la zona. La investigación está en curso para desarrollar feromonas de Velutina más atractivas y diseños de trampas innovadores para mejorar su selectividad y eficacia.

A medida que avanza el año, las trampas capturarán principalmente Velutinas obreras. Durante esta etapa, además de usar trampas, se recomienda encarecidamente emplear medidas de protección dentro del apiario para frustrar los ataques de Velutina a las abejas y reducir su número lo máximo posible. Ejemplos de tales dispositivos protectores incluyen escudos protectores y arpas eléctricas.

Vespa velutina: Impacto Económico y Perspectivas Futuras

En Francia, se reconoce ampliamente que el riesgo de mortalidad de las colonias de abejas atribuible a Velutina podría afectar hasta un 29.2% del ganado de los apicultores a nivel nacional. Las repercusiones financieras de tales pérdidas de colonias podrían ascender a aproximadamente 30.8 millones de euros anuales, lo que equivale a una carga económica para los apicultores que corresponde a perder el 26.6% de sus ingresos por miel.

Velutina muestra una baja tolerancia al frío (Shantal, 2018), lo que sugiere que trasladarse a regiones más altas y frías durante su temporada de construcción de nidos, desde finales de primavera hasta el otoño, podría ser una estrategia efectiva en áreas densamente pobladas. Sin embargo, el cambio climático está facilitando la adaptación de Velutina a nuevos entornos.

La duración del impacto de Velutina en las colmenas varía de 5 a 9 meses, según la ubicación. Mientras que la temperatura ideal para Velutina se sitúa entre 16 y 20°C, se les ha observado en condiciones que van desde 5 hasta 38°C (Diéguez-Antón 2022).

En 2022, la empresa Tragsa erradicó 25,000 nidos de Velutina en Galicia, sin embargo, las estimaciones sugieren que el número real podría ser tres veces mayor. Velutina representó el 6% de las llamadas al servicio de emergencia (112), con algunos casos que resultaron en fatalidades humanas. Esto subraya la importancia de la participación comunitaria en la identificación de nidos y la coordinación de los esfuerzos de trampa para el año siguiente.

Los esfuerzos en curso tienen como objetivo descubrir técnicas efectivas de eliminación de nidos que minimicen el daño ambiental. Con este fin, un equipo de investigación de la Universidad de Tours ha estado explorando el uso de vapor de agua.

5. Vespa orientalis: la avispón oriental

Vespa orientalis, originaria de todo el este del Mediterráneo, es un avispón nómada que ha explotado el transporte internacional para expandir sus territorios, llegando incluso a Chile en 2018 (Ríos et al., 2020). La experiencia de Italia es destacable, con el avispón registrado por primera vez en el sur, pero desde 2018, han comenzado a aparecer nidos y se han avistado ejemplares en muchas otras áreas (Ver mapa de distribución actual).

Vespa Orientalis
Vespa orientalis

En España, fue identificada inicialmente en Valencia en 2012 y posteriormente en Algeciras en 2018, desde donde se propagó a las provincias de Cádiz, Málaga, Sevilla, Jaén, Huelva y Córdoba. Es digno de destacar que también fue citada en Madrid en 2020, dentro de los almacenes de una empresa de transporte, y en el puerto de Barcelona en 2022 (La Vanguardia).

Este avispón se distingue por su cabeza, cuerpo y patas rojizas o marrón rojizas, con grandes manchas amarillas en la cara y dos franjas amarillas brillantes cerca del extremo del abdomen. Es un avispón de tamaño mediano, ligeramente más pequeña que Vespa crabro.

En zonas templadas, las poblaciones de nidos alcanzan su máximo en otoño, llegando hasta 400 individuos. Este período marca la mayor demanda nutricional, ya que la colonia debe mantener a los machos y futuras reinas. Los nidos se encuentran predominantemente en edificios, aunque también se encuentran en grietas naturales, árboles y rocas.

La dieta de Vespa orientalis refleja la de Vespa velutina, incluyendo azúcares de néctar, savia o miel, y frutas, a las que pueden acceder desgarrando la piel con sus mandíbulas. También cazan otros insectos para obtener proteínas.

Aunque algunos apicultores en Andalucía reportan daños significativos a las colmenas en pequeñas explotaciones y stands, no existen estudios exhaustivos para cuantificar este impacto. Al igual que Vespa velutina, Vespa orientalis representa una amenaza para la biodiversidad, afectando tanto a la flora como a la fauna en sus áreas de asentamiento. Se han reportado casos de picaduras a humanos en las provincias de Cádiz y Málaga.

6. Vespa bicolor: el avispón del escudo negro

Vespa bicolor se distingue por un distintivo escudo transparente en su tórax, lo que le ha valido el apodo de «avispón de escudo negro».

Vespa Bicolor
Vespa bicolor

Esta especie es de naturaleza social, pero es notablemente más pequeña y más amarilla que la Vespa velutina. Originaria de China, se ha adaptado con éxito a una variedad de microclimas, mostrando una preferencia por los entornos subtropicales húmedos. En España, Vespa bicolor ha sido documentada desde 2013, pero su presencia se limita a solo tres municipios dentro de la provincia de Málaga.

Un nido observado (Castro, 2019) estaba ubicado bajo la protección de un alero, lo que sugiere que, al igual que otros avispones en su familia, la Vespa bicolor sustenta a su descendencia con una dieta de azúcares y proteínas. A pesar de su presencia, la expansión de la Vespa bicolor actualmente no plantea una preocupación, ni tiene un impacto medible en los apicultores o el medio ambiente.

Caracterizada por su naturaleza tranquila, la Vespa bicolor no es conocida por su comportamiento agresivo de picadura, lo que indica un riesgo mínimo para los humanos en su cercanía.

Conclusión

A medida que navegamos por el cambiante panorama de las especies invasoras de Vespa, el futuro permanece incierto. La introducción de especies como Vespa velutina, Vespa orientalis y Vespa bicolor presenta tanto desafíos como oportunidades para comprender y gestionar su impacto en los ecosistemas locales y las poblaciones de abejas. Es imperativo que sigamos monitoreando de cerca estos desarrollos, empleando la investigación científica y la participación comunitaria para idear estrategias que mitiguen los riesgos mientras se preserva la biodiversidad. Medidas proactivas, incluyendo un estudio más profundo de los comportamientos, hábitats y efectos ecológicos de estas especies, serán cruciales para diseñar respuestas informadas y efectivas. De esta manera, podemos esperar equilibrar la coexistencia con estas especies invasoras y la protección de las vitales comunidades de polinizadores esenciales para nuestro mundo natural y sistemas agrícolas.

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