La varroosis, causada por el ácaro Varroa destructor, es un desafío importante para las colonias de abejas (Apis mellifera). Aunque se han desarrollado diversas estrategias de manejo para controlar este parásito y su infestación ha sido controlada, los efectos a largo plazo de la infestación inicial en la salud y productividad de las colonias siguen siendo preocupantes.
En la región de Pays de la Loire, en Francia, la temporada apícola 2023-2024, marcada por condiciones climáticas desfavorables, resultó en una mala cosecha de primavera y la necesidad de nutrición complementaria. Este caso clínico examina la persistencia de los signos de varroosis en colonias de abejas a pesar de una gestión eficaz de la infestación por el ácaro Varroa. Catorce colonias fueron monitoreadas desde mediados de agosto de 2023 hasta la primavera de 2024, con tratamientos que incluyeron Apivar®, Formicpro® y Oxybee®. Los resultados mostraron que cuatro colonias presentaban un desarrollo retardado y anomalías persistentes en la cría, mientras que nueve colonias evolucionaron normalmente. Los análisis virológicos revelaron niveles significativos de DWV-B, BQCV y SBV, y se confirmó la presencia de Loque Europea en una colonia. A pesar de la reducción de los niveles de infestación, las negativas consecuencias a largo plazo en la salud de las colonias, probablemente debidas a infecciones virales persistentes y otros factores como la edad de las reinas y las deficiencias nutricionales, subrayan la necesidad de una gestión proactiva y continua de Varroa a lo largo de la temporada para mantener la salud y la productividad de las colonias.
En colonias fuertemente infestadas en el otoño anterior y cuya gestión resultó en el control del parásito, ¿cómo puede Varroa seguir teniendo un efecto negativo?
Uno de los objetivos de la vigilancia implementada era verificar los niveles de infestación de Varroa en colonias gestionadas de manera «estándar» en nuestra región: colonias en producción, sin manejos biotécnicos durante el año y manejo estival después de la cosecha. En este contexto, el monitoreo de las colmenas se realizó deliberadamente a partir del 15 de agosto.
En 2022, las colonias recibieron un tratamiento de Apivar® en verano y una aplicación de Oxybee® en invierno (2022/2023).
En el verano de 2023, el manejo se adaptó según las cargas parasitarias observadas durante los recuentos realizados en el período del 15 al 26 de agosto (recuento de la caída natural de ácaros en el fondo sanitario vs escáner Apisfero) o durante el examen clínico (signos de varroosis presentes o no).
Tratamientos realizados:
A la salida del invierno (23 de abril de 2024) se detectó una colonia muerta (con signos de varroosis y una infestación de más de 8000 varroas durante el período de conteos). Se observaron cuatro colonias con desarrollos ralentizados, algunas con anomalías persistentes en la cría, aunque con cargas parasitarias «bajas«, y una colonia mostró caídas de ácaros siempre elevadas (y signos de mortalidad de ninfas que persistieron desde el verano anterior). Estas cuatro colonias motivaron la consulta. Las otras nueve colonias continuaron su desarrollo normalmente y sin presentar alteraciones notables relacionadas con Varroa, con recuentos variables.
Durante la primavera, las condiciones climáticas desfavorables en la región provocaron una mala cosecha y obligaron a suplementar nutricionalmente algunas colonias.
Los resultados brutos de las caídas acumuladas de ácaros se ilustran en la tabla 1 a continuación: recuento previo (15 días antes del tratamiento), durante el tratamiento y hasta 10 días después del retiro del mismo, durante 15 días después de la aplicación de ácido oxálico, y en primavera en el momento de la mielada de colza.
Durante las visitas en agosto de 2023, se identificaron anomalías en la cría operculada en las colonias 1, 2, 3, 4, 7, 8, 10, 11 y 12: mortalidad de ninfas en diferentes etapas de desarrollo (ojos rosados a negros), estas anomalías estaban en cantidad limitada (unas pocas decenas de celdillas distribuidas en los cuadros de cría), excepto en la colonia 10, más afectada y que murió en invierno. La varroosis como causa de esta es probable, dados los signos clínicos y las cargas parasitarias observadas. Las visitas en otoño mostraron una persistencia de estos signos pero con menor incidencia. La visita de primavera (23 de abril) permitió identificar 4 colonias rezagadas y que presentaban todavía los mismos signos clínicos, mientras que las otras 9 estaban recuperadas y continuaron su curso.
Visita del 02 de junio de 2024:
Centrada en 4 colonias: las colonias n° 3, 4, 12 y 14. Estas presentaron anomalías persistentes en la cría o reinicios lentos en la visita de primavera (23 de abril). Excepto la colonia 4, que siempre presentó conteos elevados, en el resto la caída natural de ácaros y los conteos en abejas adultas estaban dentro del umbral aceptado para el momento de la temporada. A pesar de todo, se observaron signos de varroosis o virosis asociadas al parásito: cría compacta pero con larvas con aspecto de saco o ninfas muertas en diferentes etapas. Dichos signos se observaron en proporciones limitadas pero persistentes desde el otoño anterior. No se observaron signos clínicos en abejas adultas.
Detalle por colonia:
Colonia 3:
Colonia 4: esta colonia estaba siendo monitoreada por los signos observados y por presentar una carga parasitaria siempre por encima del umbral comúnmente aceptado para el momento de la temporada.
Para las colonias 12 y 14:
Colonia 12:
Muestreos realizados para la búsqueda de virus relacionados con Varroa:
Se observa que todas las muestras son portadoras de virus, pero son las abejas y la reina las que presentan las infecciones más significativas desde el punto de vista de la carga viral.
Colonia 14:
Los muestreos realizados para la búsqueda de virus relacionados con Varroa y de Loque Europea:
Los análisis concuerdan con la presencia de Loque Europea, enfermedad principalmente identificada. Todas las muestras son además portadoras de virus, en cargas variables, incluida la reina nacida recientemente.
Durante el examen de las colonias, y cuando fue posible realizarlos, los conteos tanto de Varroa forética como en las láminas del fondo sanitario estaban dentro de la normalidad para el momento de la temporada. Sin embargo, los recuentos obtenidos en la colonia n° 4, que siempre estuvo fuera de norma, nos alertaron.
En cuanto a los agentes virales comúnmente buscados, se obtuvieron resultados positivos con tasas muy variables. Estos resultados no están necesariamente asociados con una infección activa, pero los virus estaban presentes, incluidos en las reinas recién nacidas y en puesta (renovación natural).
Los signos clínicos observados pueden atribuirse a los virus DWV-B y SBV, y a la presencia de Loque Europea en la colonia 14. Sin embargo, es pertinente cuestionarse sobre la contaminación de las reinas. Aunque este fenómeno es conocido y no excepcional, en nuestro caso, las reinas nacieron hacia menos de dos meses, lo que plantea la cuestión de las transmisiones verticales de virus.
A la salida del invierno (2023/2024), 9 colonias de las 14 sobrevivieron con un estatus sanitario adecuado para ser productivas en la primavera siguiente. Las otras 5 colonias se vieron más afectadas:
Cabe recordar que un tratamiento tardío siempre es perjudicial para las colonias y tiene consecuencias a largo plazo (lo que aquí se pone de manifiesto). En nuestro caso, a finales del verano de 2023, la mayoría de las colonias ya había alcanzado un umbral de parasitación elevado y que implicaba un riesgo para la viabilidad de la colonia . Si bien, adaptar el manejo de los tratamientos permitió recuperar 2/3 de las colonias, el seguimiento muestra una persistencia de los daños iniciados por Varroa y los virus asociados.
Nos parece igualmente interesante verificar que, una vez controlada la infestación parasitaria, la colonia puede haber sufrido desequilibrios que resulten en una desorganización del superorganismo y particularmente desde un punto de vista inmunológico.
En nuestro caso, las 4 colonias mostraron evoluciones variables:
Estos factores nos llevan a reflexionar sobre la inmunidad global de la colonia y los factores que pueden afectarla, junto con la gestión de Varroa durante el verano anterior como pieza clave.
En la lucha contra el ácaro Varroa, está demostrado que es necesario ser proactivo a través de los conteos y las visitas, dos elementos que nos aportan una buena predicción sobre la evolución sanitaria de las colonias. Sin embargo, una vez que el equilibrio de la colonia está demasiado afectado, ¿puede el apicultor aún tomar medidas correctivas que sean efectivas?
Llegamos, por lo tanto, al resultado de este caso clínico en el que se pone de manifiesto como una gestión anticipada del ácaro durante la temporada es necesaria para mantener las cargas parasitarias por debajo de un umbral crítico que resulte dañino para la producción, la salud de la abeja y de la colonia.
Nos gustaría expresar nuestra gratitud y dar las gracias a Jean Luc Denechere por su apoyo y contribución al desarrollo de este caso clínico.
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